The
Global Burden of Disease (GBD) es un organismo en el que colaboran
investigadores de más de 156 países, con el objetivo de disponer de recursos
que permitan, por un lado, evaluar el impacto en la salud de cientos de
enfermedades y factores, entre ellos el consumo de alcohol, y, por otro,
incorporar este conocimiento en los sistemas sanitarios para contribuir a la
implantación de nuevas políticas basadas en la evidencia.
Los efectos que recoge el
estudio se explican por inducción de la producción del colesterol bueno
(HDL-colesterol) y su actividad sobre el endotelio (la capa que reviste el
interior de los vasos sanguíneos y el corazón) que tienen acciones beneficiosas
frente a dolencias como las cardiovasculares o la diabetes.
RIGOR
CIENTÍFICO PARA LOS EFECTOS DEL CONSUMO MODERADO DE VINO
Para la Fundación para la
investigación del Vino y la Nutrición (FIVIN), es importante
comunicar las ultimas evidencias científicas para que la población tome las
decisiones adecuadas e informadas sobre su salud. Uno de los resultados más
interesantes de esta investigación es el hecho de contradecir los resultados
del estudio publicado en 2018, que señalaba que el nivel de consumo de alcohol
que minimiza la pérdida de salud es cero. El actual muestra como el riesgo
asociado al consumo de alcohol varía según la edad y la región de origen, ya
que las causas de mortalidad más significativas no son las mismas en todos los
casos.
Así pues, el nivel de consumo
estimado que representaba el riesgo más bajo en el rango de edad más joven
analizado (15-39 años) era cero o muy cercano a cero, un grupo poblacional en
el que las lesiones/accidentes tienen un papel especialmente relevante.
Mientras que, en la población
>40 años el nivel de consumo con el riesgo más bajo era ligeramente
superior, de entre 0,114 y 1,87 bebidas estándar/día. De modo que, en los
mayores de 40 años se observaba una relación de tipo “curva en forma de J”
donde un consumo nulo o excesivo se asociaba con un mayor riesgo para la salud
que un consumo ligero de alcohol, un tipo de asociación que ya había sido
observada por investigaciones anteriores.
Numerosos estudios
científicos demuestran que, si se siguen las pautas apropiadas de consumo
moderado, y no se rebasan, el vino puede formar parte de un estilo de vida
saludable y su consumo tiene contrastados beneficios en la salud, siempre
hablando de adultos sanos. Puede ser perjudicial si se consume de forma abusiva
tal y como pasa con otros muchos alimentos. Por ello, es muy importante
distinguir entre el consumo moderado y el consumo abusivo.
Por último, la fundación
recuerda que, aunque numerosos estudios han demostrado los beneficios para la
salud del consumo moderado de vino, la mayoría de los investigadores advierten
que ello no es suficiente motivo para que alguien que no bebe comience a
hacerlo por motivos de salud. Cualquier estudio sobre el vino y la salud
no reemplaza el consejo médico de un profesional.